Una noche no basta para agarrarme de tu cuerpo,
sostenido por mis besos de pies a cabeza.
Esa tersa piel que embelesada de ternura
atrapa mis sentidos.
Oh sábanas testigos no cubran la figura,
porcelana intacta, cerámica irrompible.
Estrellas diminutas galopan en el aire,
sueño que no termina, muerte instantánea,
diáfana y pequeña tan llena de suspiros.
Oh noche no te acabes, que ahora ella es mía,
detén la nueva luz que acaricia el día
y ella está conmigo…
Oh noche no te vayas, detente a contragolpe
¿Qué amanecer querrá conspirar contra mi noche?
Si tú no llegas, día, mi noche no acabará…