En el mundo cerca de 50 millones de personas tienen incontinencia, que no es una enfermedad, sino un síntoma que indica que algo en el organismo no funciona de manera adecuada, señala el urólogo Francisco Barrios, especialista adscrito al Hospital Ángeles Lomas.
Durante una entrevista con Agencia Al Momento, explica que las personas con en estas condiciones tienden al aislamiento, ya que al sufrir estos inconvenientes dejan de hacer sus actividades habituales o de asistir a sus reuniones sociales.
La angustia en la que viven los lleva al encierro y evitan salir por el miedo a sufrir un “accidente” y pasar vergüenzas. Convivir diariamente con este tipo de circunstancias las afecta en su imagen, confianza y en las relaciones interpersonales.
A ciencia cierta no se sabe el número de personas que pasan por este problema; el pudor las lleva a mantenerlo en secreto y no acudir con el especialista para tratarse, pero se estima que en el país al menos 30 por ciento de las mujeres entre 40 y 60 años sufren algún tipo de incontinencia, ya sea de esfuerzo, de urgencia o mixta, que son las más comunes, comenta el especialista del Hospital Ángeles.
El costo social para quien la padece es muy alto por el impacto psicológico, además que el paciente se vuelve irritable, aprensivo y angustiado.
Son múltiples las causas
La incontinencia urinaria o micción incontrolable e involuntaria puede incapacitar a las personas en sus actividades diarias, al provocar que con cualquier movimiento o en instantes la orina se salga.
Es un padecimiento que está condicionado por varios factores, como la retención de la orina por periodos prolongados o por estrés.
El especialista precisa que también puede ser causado por enfermedades como: Parkinson, esclerosis múltiple, lesión medular, infecciones urinarias frecuentes o prolongadas o por males sistémicos que repercuten en el sistema nervioso central.
El experto, quien es egresado de la Universidad Anáhuac y realizó la especialidad en cirugía y urología en el Hospital General de México, comenta que la incapacidad para retener la orina se puede dar por intervenciones previas que afectaron el tracto urinario, como la uretrotomía o la resección transuretral de próstata.
También por intervenciones en el abdomen y pelvis, es decir, resección abdominoperineal de colon o las histerectomías; y las que tienen que ver con la columna vertebral: descompresiones, laminectomías.
El tabaquismo y el alto preso corporal, son otras de las causas para que una persona pueda presentar incontinencia urinaria.
En el caso de los hombres, otro motivo puede ser el incremento en el tamaño de la próstata o algún padecimiento relacionado con esta.
En las mujeres se puede presentar por el debilitamiento en los músculos del piso pélvico, el embarazo, el parto, y el postparto; así como los cambios hormonales.
No hay una edad específica para padecer incontinencia urinaria; se puede tener a cualquier edad, la pueden vivir tanto hombres como mujeres y puede ser una situación temporal o crónica.
Respecto a los tratamientos, el urólogo quien además tiene un postgrado en laparoscopia en el Hospital Erasme, de Bélgica explica que estos son de acuerdo a las causas y al paciente, como pueden ser cambios en la dieta, modificación conductual, ejercicios del piso pélvico, medicamentos, cateterismo intermitente o con cirugía.
También hay productos que pueden ayudar a quienes padecen incontinencia a llevar una vida normal. Hay artículos que cubren las diferentes necesidades, desde muy ligera hasta la más severa, sobre todo para aquellas que tienen incontinencia temporal o de largo plazo y que a pesar de llevar un tratamiento el paciente no mejora con los medicamentos o no se puede corregir quirúrgicamente.
Dependiendo del tipo de incontinencia y de la causa es que el mal pude ser curable o se pueda controlar, comenta; y es que insiste en que hay casos en que pese al tratamiento, inclusive de tipo quirúrgico, el problema persiste, aunque no sucede esto en todos los casos.
Hay niveles
Cuando al toser, reír, estornudar o subir las escaleras (por el aumento de presión abdominal) hay dificultad para retener la orina, y esta de manera involuntaria sale, el nivel de incontinencia es de esfuerzo.
De urgencia cuando la pérdida involuntaria está acompañada o precedida de una sensación imperiosa de orinar; y la funcional provocada por infecciones, afectaciones neurológicas, psiquiátricas o postquirúrgicas.
Aun cuando es un mal que padecen tanto hombres como mujeres, es dos veces más frecuente en la población femenina debido a diversos factores como el debilitamiento en los músculos del piso pélvico, embarazo, parto y postparto.
De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la edad es uno de los factores que promueven este inconveniente en las mujeres, ya que es más frecuente que se presente después de los 40 años, condición que ubica a la incontinencia en segundo lugar de causa en atención ginecológica después de los quistes en la matriz.
Cuando los pacientes recurren a la atención médica, la enfermedad ya está avanzada y en ocasiones presentan alteraciones en la estructura de la vejiga, lo cual produce la sensación de un cuerpo extraño, es por esto que la incontinencia se considera progresiva.
A pesar de que este padecimiento es en ocasiones degenerativo, el impacto psicológico es mayor, porque el paciente se vuelve irritable, aprensivo y angustiado; sobre todo en mujeres que son activas pues se ven obligadas a interrumpir sus actividades cotidianas al evitar la permanencia en un mismo lugar por tiempos prolongados, además de que en algunos casos se escapan, involuntariamente, cantidades de orina con movimientos leves como reír o levantar un objeto pesado.
La mayoría de los casos de incontinencia urinaria se presentan en mujeres, debido a que estas tienen más disposición a padecerla por la estructura del aparato urinario, como la uretra corta y la forma en que efectúan la micción (sentada).
Para reducir el riesgo de padecer incontinencia urinaria es necesario no mantener bajo presión a la vejiga, por causa del estrés o retención de la orina por mucho tiempo; por lo que recomendaron educar y fortalecer la vejiga, a través de varios ejercicios durante la micción, al realizar cortes del chorro de orina y apretar varias veces este órgano, a fin de mantener sanos los músculos de esta zona.
Atención a los
primeros signos
El incremento en la frecuencia de la orina, es decir, más de ocho veces en un periodo de 24 horas, la necesidad urgente y repentina de ir al baño, despertar durante la noche dos o más veces para ir al baño y la salida o escape involuntario de orina, ya sean goteos o escapes más abundantes, son signos que una persona puede tener incontinencia urinaria, comenta el especialista.
Aun cuando no es un problema que cause la muerte, es un inconveniente que afecta de manera psicológica a la persona que la padece, ya que le ocasiona problemas psicosociales como sentimiento de humillación personal, vergüenza ante sí mimo y ante los demás, inseguridad, inhibición afectiva, ansiedad, depresión y tristeza, inhibición de la sexualidad, hasta llegar al aislamiento social, alerta el especialista Francisco Barrios Rodríguez.
Cabe destacar que los trabajos de investigación del urólogo, quien es miembro de la Sociedad Mexicana de Urología y de la European Assciation of Urology han sido distinguidos en la Universidad Anáhuac y en el Congreso Mexicano de Urología, en 1994 y 1997, respectivamente.
La incontinencia
en breve:
La incontinencia es la perdida involuntaria de orina, o la incapacidad de retenerla.
Se puede manifestar desde pequeños goteos hasta la descarga total de la vejiga.
No es una enfermedad, es un síntoma que indica que algo en el organismo no está funcionando como debería.
1 de cada 4 personas pueden presentar incontinencia durante su vida.
Se puede presentar a cualquier edad.
La pueden padecer tanto hombres como mujeres.
Puede ser una situación temporal o permanente en el tiempo.
El 74% de las personas con incontinencia urinaria no piden ayuda profesional por ser considerado un tema tabú dentro de la sociedad.
Enfermedades
Ciertos medicamentos
Fumadores
Alto peso corporal
Incremento en el tamaño de la próstata
Infecciones urinarias frecuentes o prolongadas
En Mujeres
Debilitamiento en los músculos del piso pélvico
Cambios hormonales
Incremento en la frecuencia de orina (más de 8 veces en un periodo de 24 horas)
Urgencia fuerte y repentina necesidad de ir al baño
Despertar durante la noche 2 o más veces para ir al baño
Salida o escape involuntario de orina (goteos o escapes más abundantes)
Incontinencia por urgencia
Incontinencia por esfuerzo o estrés
Incontinencia por rebosamiento o goteo
Incontinencia funcional.
Embarazo
Parto
Postparto
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AM.MX/mmv/fsf/