Eso es lo que nos comenta el maestro Edgar Hernández en su columna Línea Caliente, chequen un fragmento: “Adolfo Mota, Erick Lagos, Alberto Silva, Jorge Carvallo y Edgar Spinoso están en la mira de la PGR. Se les fincarán responsabilidades por el desvío de 35 mil millones de pesos. Suma además el peso de la ley –a secas- por sus deslealtades tan graves en política como sus raterías. Mientras el también diputado Tarek Abdalá decidió acogerse al programa de testigos protegidos de la Procuraduría General de la República, entregar toda la documentación sobre los destinos de los dineros públicos durante el mandato de Javier Duarte y, una vez terminada de facto su gestión legislativa hacia abril del 2018, migre a algún lugar de Estados Unidos. Tarek tiene la doble nacionalidad por lo que residirá en Iowa, al norte de Estados Unidos e incluso podría cambiar de identidad ya que el programa de la PGR al que se acogió, lo protege. Todo, desde luego, según reza la ley, a cambio de la aportación de la información fundamental para un juicio federal contra alguien que cometió delitos graves o que tiene relación con el crimen organizado. Así, información confiable de la fiscalía federal da cuenta que gracias al soporte documental suministrado por el legislador de marras finalmente quedaron integrados los expedientes de los arriba citados. Diferentes sumas por desvíos federales que debieron aplicarse a programas de desarrollo social, educación y asistencia pública pusieron en la mira de las autoridades federales a Mota, Erick Lagos, Silva, Carvallo y Edgar Spinoso, así como 64 funcionarios del duartismo que contribuyeron de manera directa a consumar el fraude federal. En una segunda ronda Tarek entregó además información que hunde al primer traidor del Duartismo, Juan Manuel del Castillo, así como al más importante “donador” del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, Vicente Benítez. Otros en la lista son Gabriel Deantes, Gerardo Buganza y Fernando Benítez Obeso”