Elsbeth Lenz
He vuelto de mi retiro autoimpuesto ya que decidí enclaustrarme un rato para cerrar varios círculos inconclusos que me atormentaban, lo he hecho y he vuelto a salir a cenas, desayunos y convites.
No considero haber cometido un error, pero en mi encierro tuve tiempo de escucharme y definir para donde quiero que mi vida camine, me di cuenta que no se la pasa uno nada mal solito con uno mismo, escuchándose y gozando simple y sencillamente las cosas triviales de la vida.
Bueno pero eso no puede durar tanto, volví pero cambie, empecé a notar que la gente simple y llanamente habla porque tiene boca, no se fija si en su empeño lastima o hiere a los demás, poco importa, usan la lengua como un músculo el cual deben mantener flexible y largo.
En mis primeros convites me entere de la conversión a lesbiana de una amiga muy querida, el divorcio de otra, el desfalco del marido de la vecina y así así pian pianito y ligerito fui escuchando, empapándome del ir y venir de media ciudad.
Honestamente me sentí vacía, a mí de nada me sirvió enterarme de todo eso, es más dudo que sea cierto la mayor parte de todo el show, sin embargo hace daño.
Pensé en los padres de la supuesta lesbiana en rigor, en los exnovios, los hermanos incluso pensé en ella misma, que fuerte encima la relacionan con una mujer espantosa vaya mi amiga no es del tipo de Angelina Jolie pero por poco y si, la supuesta pareja es un espanto de lady, no me sonó coherente, sin embargo me entristece grandemente que la gente jamás pensó más que en ejercitar la lengua.
Del ir y venir cotidiano pues ni que decir, si el diputado es mujeriego, el secretario gay y el alcalde ladrón, pura basura, nada de provecho y por supuesto nada positivo de nadie.
¿Porque los seres humanos somos tan proclives a despotricar de cuanta reputación ajena nos viene a la mente?¿Porque siempre exacerbamos los defectos del prójimo? todo esto vino a mi mente de modo inmediato.
Resulta difícil pensar en gente con cierto nivel educativo hablando por hablar, diciendo incoherencias y repitiendo historias tan disparatadas que resulta increíble pensar que vienen de una boca escolarizada caray.
Alguna vez escuche decir que cierto funcionario era drogadicto porque le vieron en los dedos polvito blanco, todo mundo dio por hecho que era cocaína, me pareció un disparate en aquel entonces, hoy honestamente me muero de risa ante tal locura, el hombre tiene por lo menos 60 años.
Deberíamos apegarnos a un estilo de vida mesurado con respecto a este tema, hablar bien de la gente, ver sus virtudes no tanto sus defectos esta actitud de vida nos hará ver la vida de un modo diferente sano y positivo.
Debemos ser amables con los demas, discretos, mesurados, no solo pasar por la vida ejercitando la lengua como un deporte sin sentido, no considero digno salir por la vida ventilando la vida ajena, finalmente ¿quién somos nosotros para hablar de los demás?, ¿quiénes somos nosotros para juzgar?
Practiquemos la mesura y la discreción como un modo sano de vivir nuestra vida y ya si de ser generosos se trata hablar bien de la gente es un sano ejercicio, praciquemoslo mas a menudo, finalmente, tiene tanto que salimos de las cavernas.
