BUENOS AIRES, 17 de abril (Al Momento Noticias).- Con 15 años y apenas 20 kilos fue hallada una menor que permaneció encerrada en el garaje de una casa en Buenos Aires, donde fue encerrada junto con un perro y un mono, por sus padres adoptivos, que son adoradores de San La Muerte, culto pagano originado en este país pero que se ha extendido a México (Santa Muerte), Paraguay y Brasil.
La adolescente, que sólo comía las sobras de comida del mono y que recibía golpes con cinturones, fue encontrada luego de que su hermana biológica iniciara una búsqueda intensa y legal para reunirse con ella, por lo que la justicia allanó la casa de los captores, informó agencia argentina de noticias DyN.
Historia del caso terrorífico
En 2001, en plena crisis económica y social de Argentina, una madre de ocho hijos en situación de pobreza entregó en adopción a la entonces bebé de dos años.
Por un acuerdo ante un juez, la pareja ahora detenida por esclavitud recibió la custodia provisional de la niña; al principio, la madre biológica la seguía visitando, pero desde 2005 se desentendió y nunca más se vieron.
Recientemente, una de sus hermanas cumplió 18 años e inició la búsqueda de la niña hasta que encontró la casa en la que sospechaba que vivía; entonces pidió ayuda a la justicia y una juez ordenó un allanamiento de la vivienda, donde encontraron a la joven desnutrida, incluso su figura contrastaba con la del mono, bien alimentado.
Además, hallaron cientos de objetos de veneración de San La Muerte.
En algunos barrios de Buenos Aires son visibles los altares que los delincuentes levantan al santo (en México es santa) para que los conserve con vida; en ellos se frecen cigarrillos, vasos o botellas de whiskyo flores.
Al parecer, los adoradores de San La Muerte piden una vida longeva y admiten que, a cambio, mueren temprano algunos de sus seres queridos; en el caso de los secuestradores de la adolescente no se trata de ladrones comunes sino de un caso de auténtico terror.
Los responsables, de unos 40 años, ya fueron detenidos por el presunto delito de “reducción a la esclavitud y la servidumbre, lesiones graves y privación ilegal de la libertad”, según la misma juez.
La adolescente, que ha sufrido un retraso madurativo por la desnutrición, se encuentra en un hospital; en estudios psicológicos ha contado que solo comía pan y levadura de cerveza y bebía agua.
Por su parte, sus captores revelaron que la castigaban con golpes de cinturón cuando la descubrían comiendo las sobras de la comida del mono. También declararon que desde los seis años solo salió a la calle dos veces.
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