-Cuando recibí tu obra literaria lo primero que apareció fue esa fotografía y me detuve a imaginar cómo la capturaste a pesar de mis ansias por leer el extenso texto. Yo te imaginé en la cima de un
cerro, sentada mirando la puesta del sol, con tu libreta pequeña escribiendo en retazos lo que estabas sintiendo. Imaginé ver el bolígrafo entre tus dedos deslizándose sobre el papel en
curvilíneos trazos donde solo el color negro de tus uñas me permitía seguir las trayectorias formando palabras. Te imaginé con tu parsimonia, una vez puesto el sol, levantarte y seguir
caminando en medio de la nada cuidando el retazo en tu corazón para unirlo algún día.
Sus ojos se tornaron vítreos y sus mejillas se encendieron, un nudo en la garganta le impidió musitar siquiera. Me acerque tratando de captar el más leve susurro proveniente de sus labios, pero decía más su mirada melancólica y distante, narraba desventuras y dichas, tropiezos y hazañas, roca y sensibilidad.
-Sucede que cuando escribo me invade un sentimiento de tristeza...
Se anuló la escasa distancia que separaban sus ojos de los míos, mi frente tocó la suya, nuestras bocas se mantenían separadas un par de centímetros para permitirle continuar hablando.
- Siento la soledad que me envuelve como bruma a mi alrededor que no me permite ver nada e imagino que es infinita; siento un vacío en mi corazón que no lleno ni con todas mis alegrías y no logro identificar que me falta; es un agobio de tristeza, un dolor intransmisible que me absorbe a veces, y continuamente, perdurablemente, al grado de hacerme perder el gusto por escribir.
Mi mejilla se humedeció con sus lágrimas que escurrían en respuesta a su voz entrecortada que continuaba saliendo desde su corazón.
- Parece que tendré que acostumbrarme a vivir con estos ataques intermitentes de tristeza. Es igual que vivir con un remordimiento, que duele cuando recuerdo la causa, pero en este caso desconozco el motivo.
Tomó su abundante cabellera y extendiéndola formó un manto con el que me cubrió, semejaba una sábana que nos aislaba del mundo, buscando la mayor secrecía para una confidencia quizás, yo solo podía ver a través de uno que otro hueco entre sus bucles, pero al interior su voz apenas esbozaba las palabras.
- Tal vez tengo unos cuantos motivos para la pesadumbre. Pero no debe ser. La vida puede ser una fiesta o un velorio. Uno es quien decide. Por eso la congoja y la espanto. Así estoy siempre: espantando la congoja, la pesadumbre y la tristeza.
Los segundos en silencio se hicieron eternos, la respiración se confundía con el leve sonido del viento que en el exterior anunciaba el fin de la tormenta.
Las frentes se separaron pero aun dentro del manto de su cabello, ahora nariz con nariz, sin más palabras no había motivo para mantener las bocas separadas, la respiración se hizo una, los ojos se cerraron y los labios se tocaron ocasionando el tránsito de energía cuyo calor fue disipado por la respiración de ambos. Se entabló una comunicación intuitiva que condujo a la necesidad de incorporarnos siendo pertinente tomarnos de las manos, entreabrir las bocas y asegurar el beso. Lentamente nos fuimos incorporando con las bocas unidas en el mismo plano horizontal hasta que su estatura alcanzó su máxima extensión, no así la mía que me obligó a inclinarme y mantener mi cabeza por abajo del nivel de mis hombros para hacer eterno ese beso, cubiertos por su enorme cabellera. Mis brazos rodearon su cintura y la estreche con fuerza solo superada por aquella con la que ahora la besaba mientras los suyos colgaban de mi cuello para mantenerme arqueado en su boca. Sentía en mi pecho el retumbar de su corazón, por un instante seguí sus latidos en fase con los míos que en armonía parecían una batucada en carnaval. Empecé a escuchar su voz, no de su boca, ahora incapaz de pronunciar palabra alguna, sino a través de la escena de la lectura que de viva voz recién me había regalado:
“Anteriormente hemos hablado de como el tiempo puede que esté a nuestro favor y otras veces pareciera que está en contra. Todas esas hipótesis basadas en teorías que nuestros ancestros ya hallaron a lo largo de su tiempo y confirmaron con tan entusiasmo, nos llevaba a lo que sucedió, a lo fue un hecho que el tiempo es una medida imprescindible la cual según por como la veamos y dependiendo la perspectiva de cada persona este pudiera estar a favor o en contra partiendo desde ese punto, me vi envuelta en que en esta vez mis ojos lo viví, pareciera que me jugaba una broma, y muy pesada por cierto !!.
Una perfecta imagen allá arriba en donde, siempre es perfecto el firmamento ante los ojos de varios observadores, veces claras otras oscuras, otras con diferencial de potencia, otras con tan solo unos puntitos de luz su propia esencia es bella, me regalo la perfecta silueta la más explícita imagen de la mejor expresión que puede existir en el mundo y ahí llego a mí la inspiración de escribir el conjunto de varias trazos que faltaban expresar y sin por menores me decidí a hacerlo....”
Me percaté que en mi mente pasaban las escenas de su lectura a veces inconexas a fuerza de poner mi atención en cada punto de contacto con ella en un multiplexeo arrítmico, siempre regresando a su lectura..
“…El detalle de expresarlo lo quise hacer lo más claro y sin ficción, que en las propias palabras se descifraba que imagen era, que cualquiera que se detuviera a contemplar las letras identificara claramente de que trataba, puff!! Una batalla maratónica, cosa difícil diría yo!! ya que cada uno tiene una perspectiva diferente e interpresa escritos de diferente manera, en fin el contexto fue claro, de nuestro miedos nacen nuestros corajes, y en nuestras dudas viven nuestras certezas, los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios otra razón, porque sin dudar alguna es preciso perderse para volver a encontrarse, porque con tan solo mirar esa imagen se trasmite esa calma, esa magia pues es la misma que en otras vidas puede verse y que alegran hasta el corazón más duro más frio puede mostrar lo tan impredecible que es y es esa su mayor fortaleza, ya que ese es el idioma de las personas inteligentes y es mundial, así como las matemáticas y entre los choques de vida ese es el mejor accidente porque con ella aprendemos a hacer fuertes porque es hecha de los mejores fragmentos de decepciones, los mejores pedazos de tristeza y de las mayores derrotas de hemos tenido y todo eso te impulsa a que brote del rostro de oreja a oreja con una gran fuerza que a cualquiera engañaría, porque con ella se resuelve los mayores problemas diarios o si no se resuelven te invitan a armonizar el entorno y hacer más o menos el camino, porque esta es la mejor arma para los enemigos ya que es tu mejor camuflaje para demostrarle que todo estará bien o está bien, que si te caíste te ensuciaste, si te golpeaste pero aun con todo ello no vas a permitir que nada ni nadie te la robara, pues pude que sea la última vez que tu rostro exprese tanta belleza, ya que hasta la propia muerte nos regala a diario su mayor y mágica expresión y si eso sucede intentaras recuperarla a toda costa porque ese inigualable talento te pertenece y no quieres perderlo...”
Envuelto en su cabellera, atrapado entre sus brazos, enmudecido por su boca, respirando su respiración y escuchando su lectura que continuaba en mi mente...
“… Y es entonces ahí que con tan solo una mirada al universo, donde cruzo el tiempo donde se ocultan sus colores, me hiciera recordar que no debo de perder ante la muerte lenta si!! esa que en anterioridad hemos mencionado; si tu "RUTINA", no dejarme vencer cual más duro y cansado este mi ser, le dije: tienes 1 minutos para que lo arreglares y allá en la oscuridad de la noche, al mirar el universo la luna me sonrió y aun le sobraron 59 segundo...”
...suspiramos, nuestras bocas se separaron y abrimos los ojos. Recogió su cabellera y con sus ojos brillantes, sus comillas cerraron el momento.