CIUDAD DE MÉXICO (Al Momento Noticias).- El Nobel de Literatura Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia, 1927) falleció este día en su casa de la ciudad de México luego de permanecer en su casa con cuidados paliativos debido a su “frágil” estado de salud que hasta hace poco se mantenía estable pero, como ya se había anticipado, se complicó.
Con el fallecimiento de García Márquez, se pierde una pieza fundamental de las letras latinoamericanas; su novela Cien años de soledad es considerada una de las obras más representativas del realismo mágico e incluso se considera que por su éxito es que dicho término se aplica a la literatura a partir de los años setenta.
El autor de Doce cuentos peregrinos permanecía en su casa ubicada en la calle de Fuego, número 144, colonia Jardines del Pedregal, en esta capital, donde su familia le proporcionaba cuidados para personas cuyo diagnóstico es desfavorable.
Además del Nobel de Literatura, que recibió en 1982, Gabo recibió otros premios, como el Rómulo Gallegos en 1972, por Cien años de soledad; la medalla de la Legión de honor en París, en 1981; la condecoración Águila Azteca en México, en 1982; el premio Cuarenta años del Círculo de Periodistas de Bogotá, en 1985; entre muchos otros.
Destaca que fue el primer colombiano y el cuarto latinoamericano en ganar un Premio Nobel de Literatura. En su discurso al recibir el Nobel, titulado La soledad de América Latina, luego de una breve pero cruenta historia de algunos países latinos, García Márquez señaló: “Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras.
“Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte”.
Crónica de una muerte anunciada
A principios de la década pasada, el escritor colombiano libró una batalla contra el cáncer linfático; doce años después, el cáncer invadió otras partes de su cuerpo: pulmón, ganglios e hígado fueron afectados.
Ante el diagnóstico, por acuerdo familiar y médico, el creador de Macondo, quien radicaba en México desde hacía más de 50 años, dejó de recibir tratamiento oncológico.
Antes, Gabo estuvo hospitalizado durante nueve días en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, por un cuadro de infección pulmonar y urinario; fue dado de alta el 8 de abril.
El 14 de abril, mientras convalecía en su casa ubicada en la colonia jardines del Pedregal, en la ciudad de México, el periódico El Universal dio a conocer que el delicado estado de salud del escritor se debía al cáncer que había sufrido hace algunos años y que actualmente le había consumido otras partes de su cuerpo.
El 15 de abril, en un comunicado emitido por la familia del cuentista, se confirmó que el estado de salud de Gabo era “frágil” y con “riesgos de complicaciones”; sin embargo, en ese momento no confirmó ni desmintió la reaparición del cáncer del autor de El coronel no tiene quien le escriba.
Aunque los familiares más cercanos del también periodista precisaron en el mismo documento, que García Márquez convalecía en su casa donde recibía cuidados paliativos.
La decisión de someter al escritor colombiano nacido en 1927 sólo a cuidados paliativos, en la “intimidad” para protegerlo, es “digna y respetable”, refirió el mismo 15 de abril el médico colombiano Carlos Castro, director Científico de la Liga contra el Cáncer.
“La medida que tomó la familia y asumo que también el Nobel, de no hacerse más tratamiento, sino el manejo colectivo, es una decisión muy respetable e inteligente”, declaró a una radio en Bogotá.
Hoy, Gabo ha dejado de existir y, para muchos de sus lectores, con su ausencia empiezan, ahora sí, “cien años de soledad”.
AMN.MX/jcm