¿Qué es la felicidad?

¿Qué es la felicidad?

 

Cuando la pasión se jubila…el amor se refugia en los álbumes fotográficos

A últimos tiempos, hemos sido testigos de la tendencia de los políticos a “ofrecer” la felicidad como una promesa de campaña, incluso, en este contexto, existe un Índice de Planeta Feliz (Happy Planet Index), desarrollado por la New Economics Foundation, que tomando en cuenta factores como la expectativa de vida, la “huella ecológica”, el PIB, etc., nos dice que tan “felices” son los habitantes de cada país.

Respetable el estudio alternativo de la Fundación con sede en Londres, pero volviendo al discurso de campaña ¿sabrán los políticos lo qué es la felicidad?...les dejamos algunas consideraciones encontradas en un Tranvía abandonado en la vieja estación Ilusión:

La felicidad no es del todo un bien colectivo, tiene más vínculo con el individuo. En todo caso, una sociedad desarrollada tiene más satisfactores, pero no necesariamente mayor felicidad.

La felicidad es una sensación intangible y se liga al humano desde el momento mismo de la concepción. De la placidez del vientre materno, donde dormimos el sueño de los justos, salimos a la vida, ahí inicia nuestra relación dialéctica y la búsqueda perpetua de la huidiza sensación.

La felicidad es omnipresente y se hace patente en forma espontánea.

Cuando se muestra suele ser efímera, exultante y, posteriormente, cuando se difumina, sentimos un agobiante síndrome de abstinencia…dolor.

Sin proponérnoslo, sentimientos contrarios la generan: el amor, la pasión y el odio…¿por qué no admitirlo?, la desgracia de nuestros antagonistas nos hace un poquito felices.

Así como un bistec de gluten nunca podrá sustituir a un real pedazo de carne, hay ciertos suplementos que nos hacen confundir la sensación de felicidad: una botella de licor, las drogas, el dinero…se parecen, pero no lo son.

El sentido más elevado de la felicidad se manifiesta a través de la inocencia, la sonrisa y la mirada de un niño bien-amado nos lo confirman.

Las relaciones entre nosotros son otra fuente de felicidad: entre padres e hijos, entre amigos, entre compañeros de causa, entre los amorosos…en estos últimos, se da uno de sus aspectos más sublimes, justo en el corazón del hombre.

El manuscrito en cuestión es muy largo, concluiré sus referencias con lo que remata el anónimo autor: la última vez que la dimensioné (la felicidad), fue cuando un niño de la calle comía una manzana, su presencia fue instantánea. El fenómeno ocurrió en la esquina que conforman las avenidas Árbol de la Ciencia y Prometeo.

Por último, es bueno traer a colación una anécdota: un colega preguntó al gran poeta Rubén Bonifaz Nuño: maestro ¿por qué traduce a los griegos?...don Rubén contestó sin pensarlo: ¡ay maestro! porque los griegos creían en la felicidad.

Estén o no de acuerdo ¿alguna vez habrán reflexionado esto nuestros políticos?

Javier Roldán Dávila Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Twitter: @javieroldan

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